Los portabebés ergonómicos son una maginifica herramienta a la hora de cargar a tu bebe, brindando comodidad y cercanía tanto para los padres como para los pequeños. Sin embargo, no todos los estilos de porteo son iguales, y portear a tu bebé mirando al frente en un portabebés ergonómico puede tener desventajas que debes considerar cuidadosamente. En este artículo, expondremos algunas de las razones por las cuales esta posición podría no ser la mejor opción para ti y tu bebé.
1. Falta de soporte adecuado para el desarrollo de la espalda del bebé
Uno de los principios fundamentales de los portabebés ergonómicos es proporcionar un soporte adecuado para la columna vertebral en desarrollo del bebé. Cuando un bebé es portado mirando al frente, su columna vertebral no recibe el apoyo necesario, lo que puede resultar en una tensión indebida en la espalda y en la falta de una postura óptima para su desarrollo. Piensa que la columna del bebé deberá adaptarse a las formas del cuerpo del adulto que lo carga, en caso de ser una mujer, estaran los senos ejerciendo presión en la espalda del bebé. Pero aun si quien portea es un hombre, las curbaturas del cuerpo del aulto no son particularmente ergonómicas con la anatomia del bebé.
2. Estimulación excesiva y falta de privacidad
Portear a tu bebé mirando al frente puede sobrestimularlo, ya que está expuesto a un mundo lleno de estímulos visuales y auditivos. Esto puede ser agotador para el bebé y dificultar que se relaje y duerma. Además, algunos bebés pueden sentirse incómodos al no poder ver la cara de su cuidador y la falta de privacidad puede resultar en ansiedad.
Recuerda siempre que tu eres el centro de referencia de ese bebé y eres la clave para que explore el mundo con seguridad. Mantener el contacto vusual para un bebé puede ser algo fundamental a la hora de sentirse seguro y protegido.
3. Dificultad para mantener una posición ergonómica
Cuando un bebé es portado mirando al frente, es más difícil asegurarse de que se mantenga en una posición ergonómica. La posición ideal para el desarrollo de la cadera y la espalda del bebé es con las piernas en forma de «M» y la espalda ligeramente curvada. Esta posición se facilita mucho más cuando el bebé mira hacia el pecho del portador.
4. Menos interacción y vínculo emocional
Portear a tu bebé mirando al frente puede dificultar la interacción cara a cara y la formación de un fuerte vínculo emocional. El contacto visual y la comunicación con el bebé son esenciales para su desarrollo social y emocional. Cuando el bebé no puede ver la cara de su cuidador, se pierde esta oportunidad de conexión.
5. Incomodidad para el portador
Portear a tu bebé mirando al frente puede ser incómodo para el portador debido al peso del bebé que tira hacia adelante. Esto puede causar tensión en los hombros, el cuello y la espalda del portador. Además, puede resultar en una postura encorvada que no es beneficiosa para la salud a largo plazo.
El cuerpo del adulo buscará compensar ese desequilibrio inclinandose levemente hacia atras, lo que llevará a una sobrecarga de la zona lumbar.
En resumen, es importante considerar las desventajas antes de adoptar esta posición de manera regular. En muchos casos, colocar al bebé en la espalda en una posición alta, brinda el mismo al bebé campo visual que tiene el adulto, permitiendole explorar desde la seguridad del contacto con su adulto referente. Llevar al bebé mirando hacia el portador proporciona un mejor soporte para su desarrollo y promueve una conexión más cercana y emocional entre el bebé y sus cuidadores. Siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud o un asesor de porteo para tomar la decisión más adecuada para ti y tu bebé.
